lunes, 9 de abril de 2012

SOBRE EL DOCUMENTAL PINA, PARTE DEL CICLO “PROYECTANDO DANZA” QUE INICIA EL 3 DE ABRIL

Baila para mí

Por: Andrés Rodríguez R. | 01/04/2012



Atempo Danza, con el apoyo de la Oficialía Superior de Cultura de la Alcaldía de Cochabamba, llevará a cabo el ciclo de video “Proyectando Danza”, que comienza el martes 3 de abril a las 19.00 horas, en el café bar El Revolución (C. Chuquisaca No. 0565, entre Lanza y Baldivieso).

El ciclo iniciará con Pina, documental nominado al Oscar 2012, del realizador Wim Wenders. El objetivo, de acuerdo a las organizadoras, es “abrir un espacio público para la apreciación y reflexión de obras registradas en video o producidas como video-danza”, además de articular a creadores del audiovisual y las artes escénicas, principalmente con el propósito de trabajar en apoyo o colaboración.

Luego de la proyección, una de las más reconocidas cultoras de la danza contemporánea en Bolivia, Melo Tomsich, comentará el filme, desde la perspectiva de su significado para la danza contemporánea.

La proyección también contará con la presencia de la productora y coordinadora general del Festival Internacional de Danza Contemporánea del Centro Simón I. Patiño, Alba Balderrama, que hablará de Win Wenders, el director que trabajó durante casi 20 años para realizar este filme, y estuvo a punto de no lograrlo por la repentina muerte de la coreógrafa alemana Pina Bausch antes de iniciar el rodaje.

“Baila, baila… sino estamos perdidos”

Para Philippina “Pina” Bausch, las palabras “Baila, baila… sino estamos perdidos” (traducción del inglés “Dance, dance... otherwise we are lost”) suponían una misión de vida. Bausch fue una visionaria entre sus contemporáneos. ¿Cómo preservar su legado, considerando que la danza presenta dificultad para ser registrada con toda la intencionalidad que el autor pretende?

Ante esta difícil tarea, Wim Wenders siguió el trabajo de Bausch por muchos años. Su destacado documental Pina es un gran tributo a una artista, comprometida en extraer a través de la danza las más profundas reservas físicas y emocionales de la humanidad.

Wenders innova con su obra al situar al espectador en el mismo plano que el intérprete. Filmada originalmente en formato 3D (lamentablemente una iniciativa no terminó de florecer para proyectarla en el cine), tal característica le añade profundidad a los bailarines, cosa de que puedan habitar el mundo dentro de la pantalla. Claro, en formato regular se pierde mucho de esa espectacularidad que Wenders intenta impregnar. Aún así, el realizador alemán nos sumerge en la imaginación de Bausch, que se mantiene incluso cuando el director coloca la danza en diferentes escenarios.

Aunque los momentos más viscerales provienen de la danza propiamente -especialmente los extractos de la brutal versión que realizan de “La Consagración de la Primavera” de Stravinski-, el documental nos hace conocer a la artista, una tarea que el mismo director confesó como dificultosa, esto por su enigmática personalidad.

Wenders nos muestra segmentos de los austeros ensayos y rendimientos de Bausch. A través de las imágenes, estudiamos los rostros de los bailarines en primeros planos, mientras nos relatan sus experiencias con voz en off. Las anécdotas se vuelven conmovedoras, hablan de una mentora que rara vez necesitó retroalimentación, y sin embargo trascendió y transformó muchas vidas.

Si bien el realizador alemán no nos presenta segmentos completos de las danzas, están son lo suficientemente extensas para poder comprender acerca de qué tratan las obras. La música va desde el “West End Blues” de Louis Armstrong hasta “Songs of a Wayfarer” del compositor austriaco Gustav Mahler, con una variedad de tangos entremedio. Todas las melodías informan a la danza.

El documental no solo celebra a la danza con una perspectiva fresca de la cinemática. También eleva la audacia de la creatividad, tanto de la coreógrafa y autora. A aquellos que no estén interesados en la danza contemporánea, o que no quieran ver el documental porque trata sobre danza, les digo que el documental es un gran trabajo que puede sorprender a más de uno.

Hay mucho humor e irreverencia en Pina. Bausch habló por muchos años con Wenders sobre una colaboración cinematográfica que finalmente se ve plasmada en esta obra. La maestra falleció a mediados de 2009, sólo cinco días después que le diagnosticaran cáncer. Su compañía decidió continuar, por lo que este documental es un elogio amoroso y lúdico que celebra la fuerza creativa de su mentora. Wenders y la compañía de danza Tanztheater combinan y logran ofrecer un tributo y despedida a la visión de Bausch, y señalan de alguna forma que la danza continuará, con o sin su creadora.

andresrodriguez89@hotmail.com
artículo publicado en RAMONA

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